Dicen que este año no habrá fiesta del Cristo. Que se suspende la fiesta del Cristo, o la Romería. Pero… “el Cristo es fiel a su cita”. Esta frase la he repetido cientos de veces el día de su fiesta. Él viene siempre. Aún recuerdo, cómo en cada eucaristía de su fiesta me gustaba repetirlo una y otra vez.
Y así es. Él viene. Fiel a su cita. En este lunes de Pentecostés, de confinamiento, el Cristo sigue siendo fiel a su cita. Como andarín, lo pude descubrir la semana pasada en la cabecera del hospital, su imagen cercana a Pilar, la niña de la sonrisa eterna que nos dejaba abrazada por los brazos acogedores del Cristo. Viene en esa persona destrozada que, en el día de la entrada en prisión de un familiar, se encuentra entre el barro de una calle Valencia una imagen del Cristo con el sudario donde aparecen rotas las cadenas. Y no deja de venir, cada vez que se le invoca sea lejos o cerca de su imagen, en la enfermedad o la búsqueda del empleo, en la acción de gracias o en rutina del día a día.
Hoy el Cristo volverá a ser fiel a la cita en la Eucaristía. A las 19h. y 20,15h. en Peñas de san Pedro. Y eso es lo bueno del Cristo, que nos recuerda su presencia real en la Eucaristía, donde nunca ha dejado de estar, de venir, de hacerse presente. Es la estampa más bella: los andarines celebrando la fe, en la escucha de su Palabra, comulgando su Cuerpo y enviados a la construcción del Reino de Dios. Andarines y devotos alrededor de Cristo del Sahúco, real y presente, siempre fiel a su cita.
